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Los expresso me recuerdan a mi abuela

Hay algo que deben saber, antes criticaba al expresso por su tamaño, cuando lo comparas con un cappuchino o un café americano, el expresso se siente como una tomada de pelo, la cantidad no es mucha y suele valer lo mismo que la taza completa.

Antes creía que era una tontería, antes creía que pedir un expresso era una actitud “snob” de las personas para darse status. Ahora veo que sólo fui estúpido e ignorante, el viaje es maravilloso porque me ha enseñado esto.

Hace algún tiempo viaje a europa con mi abuela, un viaje que nunca olvidaré, un viaje para convivir sólo nosotros dos.

Durante el viaje mi abuela hacia paradas recurrentes en cada cafetería que veíamos, siempre era la misma rutina, paseábamos un poco, encontraba una cafetería o local que le llamara la atención y nos sentabamos durante unos minutos sólo y exclusivamente para disfrutar un expresso mientras escuchábamos los sonidos del ambiente y observábamos a la gente pasar.

¿Por qué rayos pedía un café expresso? Cada que traían uno, veía el tamaño y me parecía un insulto, el precio se me hacía exagerado para la cantidad de café que traían y, al momento de hacer la conversión de euros a pesos, el precio conseguía un nuevo nivel de ofensa. Eso si, como la abuela invitaba, ¡yo aprovechaba y lo consumía!

Hoy, después de varios años del viaje con mi abuela, he recorrido varios de los puntos cafetaleros de México. Ahora entiendo la importancia y las diferentes maneras de tomar café.

Hoy soy consciente de la importancia del café y me doy cuenta que la verdadera ofensa la provocan empresas como la del logo de la sirena. Entiendo y veo como el mundo se convierte en un lugar donde el marketing es más importante que la calidad, cómo nos atrapa y nos incentiva a consumir porquería haciéndonos creer que es lo mejor en su tipo.

A los mexicanos nos encanta que nos vendan apariencias y estatus antes que cualquier cosa y las empresa lo saben.

Hoy entiendo el esfuerzo de los cafetaleros de diferentes tierras donde su prioridad es la búsqueda de calidad y entiendo porqué se debe consumir el expresso.

El expresso es la representación pura del café. el expresso es el café. Todo lo demás son variantes que afectan la pureza de esta bebida milenaria, no me malentiendan, la bebidas son buenas, las variantes son exquisitas pero un cappuchino, un café americano o un café irlandés ya no son café, son simplemente bebidas creadas a partir de esta semilla a las que se les adhiere agua, leche, alcohol, crema, chocolate, etc.

Estas combinaciones hacen que el café pierda su pureza logrando que el verdadero sabor queda atrapado entre una combinación de ingredientes que diluyen la verdadera esencia del café.

Honestamente, no se si mi abuela sabía esto. Es una persona inteligente y culta y me sospecho que lo sabe y, aunque no lo supiera, estoy seguro que su instinto o al menos su paladar saben lo que hacen.

Ahora cada vez que quiero conocer la tierra y la cultura a través de un sabor pido un expresso, porque se que es la forma correcta para hacerlo.

Las combinaciones que vengan después son de acuerdo al gusto, pero para probar café de diferentes tierras, países o culturas se debe pedir un expresso, por lo menos así lo considero.

Actualmente cada vez que Danny y yo vemos una cafetería o tenemos oportunidad de probar una variante de esta bebida milenaria, me acuerdo de mi abuela, una persona interesante de la que no he dejado de acordarme durante el viaje.

¿Mi abuela es una catadora profesional de café? Por supuesto que no ¿El expresso me recuerda a mi abuela por qué ahora se que es la forma correcta de probar esta bebida? La verdad es que no del todo.

Lo que me recuerda a mi abuela es todo lo que rodea a la experiencia de tomar café con ella.

Y es que esa rutina tan típica de ella donde paseas, conoces, encuentras un buen lugar para sentarte y bebes un café sin la necesidad de hablar o de hacer algo, es un hechizo que para el tiempo y te permite escuchar sonidos que normalmente olvidas prestarles atención, te permite saborear el café sin distracciones y observar detalles del mundo que pasan desapercibidos normalmente.

Es magia que me enseñó mi abuela y que en ese entonces no entendía pero que afortunadamente ahora comprendo, es magia que me permite salir de una realidad y entrar a otra a la que poca gente tiene acceso, es magia que te permite para el tiempo para ver cosas que la mayoría de personas no ve.

Tal vez estés pensando ¿Y este que se fumó ahora?. Yo llegué a pensar lo mismo de mi abuela, conseguir para el tiempo no es fácil y tampoco es un poder como se describe en un libro o como se ve en una película. No, parar el tiempo consiste en mantenerse en el ahora, no pensar en el futuro ni en el pasado y sólo observar, escuchar y sentir lo que sucede a tu alrededor sin prejuicios ni opiniones.

Este hechizo te permite vivir y observar un mundo diferente, un mundo al que pocas personas tienen acceso.

Ahora cada vez que tomo un expresso mi abuela está ahí conmigo, acompañándome con esa sonrisa tan especial que tiene, con esos ojos azules y hermosos que transmiten sabiduría. No importa donde esté y no importa a dónde vaya, en ese espacio corto donde puedo cambiar a un mundo diferente la siento y la sentiré siempre presente.